Antonio Escobar Mendìvez
La primavera del amor partió contigo
cuajada de color,
la tibieza del sol
y el canto de las aves.
A cambio me dejó,
tormentoso dolor,
un camino
de olvido.
Hoy soy un ruiseñor,
sin ninguna canción,
sin cielo y pentagrama.
¿Repiten tu mirada otras pupilas?
¿Las abejas preparan su mielumbre
en el amén del beso?
El adiós es un lienzo colgado en el recuerdo
y tus pisadas,
esta canción de amor
que recorre tu cuerpo.
viernes, 27 de julio de 2007
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