Antonio Escobar Mendívez
Ven
eleva tus manos,
como golondrina,
en el cielo augusto
de mi corazón.
Deja tus cabellos
volando
en la aurora,
destrenza tu alma,
dobla tus dolores
y plancha tus penas,
en el terciopelo
de tu juventud.
Tú tienes la fuerza
del Ande
en tus manos,
en tus ojos
llevas
agua de bondad
y la fuerza ignota
y el valor
y el ansia,
están dibujadas
en tu corazón.
Ven,
sigamos creciendo,
como primavera,
volando en los días,
con la libertad.
jueves, 23 de agosto de 2007
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